La conformación de los caciquismos sindicales tamaulipecos

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Cirila Quintero Ramírez

Resumen

En este trabajo se reconstruye la conformación de los tres liderazgos más importantes de la frontera tamaulipeca: Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa. Se postula como hipótesis central la injerencia del centro1 en asuntos sindicales, mediante el desplazamiento de liderazgos locales y el favorecimiento de líderes acordes con la política modernizadora, iniciada durante el alemanismo. Asimismo, se señala la persistencia de una política sindical regional que dependió de la apropiación de un pasado sindical y su readecuación a los nuevos requerimientos industriales.El periodo que abarca la conformación de los caciquismos sindicales fronterizos representa una parte importante de la historia tamaulipeca; desde el surgimiento de un nuevo grupo sindical, a mediados de los años cuarenta y apoyado por el centro, hasta su consolidación, durante los años sesenta, caracterizada por un auge económico y una negociación entre el sindicalismo regional y el centro que fluctuó entre la sujeción y la independencia moderada.2 ABSTRACTThis article reconstructs the formation of the three most important union leaderships along the Tamaulipas frontier—in Nuevo Laredo, Matamoros, and Reynosa. The central hypothesis holds that, beginning with the Aleman administration, federal authorities interfered in union affairs, displacing local leaders in favour of leaders who supported a modernizing strategy. The author also notes the endurance of a regional union strategy that involves appropriating past union history and adapting it to new industrial demands.The period during which border union leaderships took shape represents an important phase of Tamaulipas history; it begins during the mid-l940s with the appearance of a new union group enjoying center support, and it continues until this group consolidated in the 1960s. The period is characterized by economic growth and by negotiations between regional unionism and the center in a relationship the fluctuated between subjection and moderate independence.

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Cómo citar
Quintero Ramírez, C. (2017). La conformación de los caciquismos sindicales tamaulipecos. Frontera Norte, 6(11), 81–100. https://doi.org/10.17428/rfn.v6i11.1551
Sección
Artículos

Citas

En este trabajo el concepto de centro se refiere a cualquier instancia externa que participe en asuntos sindicales locales, como podrían ser las instancias gubernamentales nacionales y estatales, y la Confederación de Trabajadores de México (CTM) nacional y/o estatal, con la finalidad de adecuar el comportamiento sindical regional a designios gubernamentales.

Este artículo surgió de una investigación más amplia titulada "El sindicalismo en la frontera tamaulipeca. Los casos de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo", apoyada por el Programa Cultural de las Fronteras y El Colegio de la Frontera Norte durante 1993. La autora agradece a Diana Ramírez Aspeytia su colaboración como asistente en la recopilación de datos hemerográficos y de archivo.

Luis Medina, Civilismo y modernización del autoritarismo. Historia de la Revolución mexicana. México, El Colegio de México, 1982, p. 93.

Ibid., p. 98.

Hugo Pedro González, El portesgilismo y alemanismo en Tamaulipas, Ciudad Victoria, Universidad de Tamaulipas, 1983, pp. 123-149.

Medina, op. cit. p. 130.

Eduardo Segovia, Fidel Velázquez, Discursos, Federación de Trabajadores de Nuevo León. México, CTM, 1986.

Ibid.

Roland Travis, Industrie et politique a la frontiére Mexique-U.S.A. Le cas de Nuevo Laredo 1966-1984. France, Centre Regional de Publications de Tolouse, 1985, p. 58.

Ibid., p. 63.

Archivo Municipal de Nuevo Laredo (AMNL), 1954.

El mismo reglamento expresaba: "el teatro mexicano tendrá preferencia sobre los demás géneros y, asimismo, a las demás diversiones de origen mexicano se les concederá idéntica protección", AMNL, 1954.

Loc. cit.

JFMM, 1970, p. 21. Otro propósito poco conocido de las JFMM fue promover el desarrollo económico y social y mostrar al visitante extranjero la verdadera imagen de los valores reales de México. Entre los objetivos específicos también estuvieron: promover la venta de bienes producidos por la industria nacional; procurar que los efectos del desarrollo económico de la frontera se reflejen en la industria nacional, incrementar el nivel cultural de la RFN enfatizando los valores nacionales e incrementar los niveles de vida de la población fronteriza.

Manuel Salinas, historiador de Nuevo Laredo. Enero de 1993.

José María Morales, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Gastronómica, sección cuatro. Nuevo Laredo, Tamaulipas, enero de 1993.

Archivo Municipal de Nuevo Laredo, 1942.

José María Morales, loc. cit., enero de 1993.

Margarito Campos, dirigente sindical de los meseros de Nuevo Laredo. Enero, 1993.

Francisco Martínez Cortez, secretario general del Sindicato de Albañiles de Nuevo Laredo. Enero de 1993.

Daniel Enríquez, exmilitante y dirigente sindical de los trabajadores del IMSS, Nuevo Laredo. Enero de 1993.

Francisco Martínez Cortez y Héctor García, secretario general y militante, respectivamente, del Sindicato de Albañiles de Nuevo Laredo. Enero de 1993.

Archivo Municipal de Nuevo Laredo, 1950.

Contrato Colectivo del Sindicato de Albañiles, 1950.

Daniel Enríquez, exmilitante y dirigente sindical de los trabajadores del IMSS Nuevo Laredo, 1993.

Idem., enero de 1993.

Trabis, op. cit.

Daniel Enríquez, loc. cit.

Hugo Pedro González, último gobernante portesgilista, fue removido por Miguel Alemán en 1947, después de algunos disturbios en la entidad tamaulipeca, entre ellos, un movimiento social en el municipio de Llera, la muerte de un periodista en Tampico, la protesta por la falta de pago a los maestros y algunos conflictos laborales en las organizaciones de transportistas de Nuevo Laredo y Tampico. La remoción de González fue vista como una medida necesaria para terminar con el caciquismo político portesgilista.

Idem.

La personalidad del profesor Pedro Pérez Ibarra está por estudiarse. Aquí sólo apuntaremos algunos datos sobre el líder. Nace en Nuevo Laredo en 1919, su extracción es de clase media baja, estudia en la Escuela Normal de Educación Primaria en Ciudad Victoria, se casó con la maestra normalista Blanca Vázquez y tiene dos hijos: Pedro y Fidel (Manuel Salinas, historiador de Nuevo Laredo. Enero de 1993). En los años cuarenta se afilió al Sindicato de Trabajadores en las aduanas; en ese cargo se ganó la simpatía de los líderes de la época y, aprovechando la etapa coyuntural de los años cuarenta, se constituyó en el hombre fuerte de Nuevo Laredo al dominar los sectores claves del estado de Nuevo Laredo: el Sindicato de Aduanas y la FTNL desde 1951.

Idem.

Idem.

El SJOI cobraba una cuota sindical tanto a los trabajadores de planta como a los temporales. A pesar de su auge, el SJOI no contaba con una infraestructura básica para la celebración de sus juntas, debido al aumento constante de trabajadores en el algodón, por lo que requería el préstamo de algún local para realizar sus asambleas. Por tal motivo, se acusaba constantemente a los exlíderes, y al extesorero por malversación de fondos.

En 1947, a 15 años de haber sido fundado, el SJOI no tenía un patrimonio sindical. En ese año se decidió construir el edificio social, descontando un día de salario a los trabajadores. No obstante, lo único que se construyó fueron los cimientos y los pilares de la entrada que, irónicamente, según los trabajadores de la época decían que "eran de oro", por lo que se había invertido en ellos (Marcelino Molina, militante activo desde 1939 y secretario general en 1961 del Sindicato de Meseros de Matamoros. Mayo de 1992). Por otro lado, a mediados de los años cuarenta, se supo que algunos líderes poseían otras fuentes de ingresos que se contraponían, en cierta medida, a los intereses del Sindicato, como la renta de transportes. Ante esta situación, se exigió una auditoria al Comité Ejecutivo.

Esta petición se hacía en virtud de que Antonio Ceballos, Secretario General del SJOI, en ese momento (1948) demandaba la venta de algunas unidades de transporte del SJOI, a las que consideraba inoperantes; sus adversarios argumentaban que el interés central residía en garantizar su beneficio personal, dado que Ceballos presidía una cooperativa de transportes de carga y descarga en la estación del ferrocarril (La voz de la frontera, 1948).

Se pueden distinguir dos bandos en el conflicto intrasindical: el caballista, apoyado por la Junta Central de Conciliación y Arbitraje en Ciudad Victoria y por Emilio Salazar, entonces dirigente de la FRTM; y el gilista o villarrealista, asesorado por Manuel Gil, presidente de la Procuraduría del Trabajo en Matamoros, Tamaulipas, y Sigfrido Serna, procurador del trabajo en el estado. A diferencia de Nuevo Laredo, la injerencia mayor fue en el terreno sindical a nivel estatal, más que nacional.

la voz de la frontera, diario matamorense, 1947-1954. Abril de 1948.

En el momento del conflicto intrasindical (1948), el SJOI agrupaba a trabajadores de la industria algodonera y aceitera, los trabajadores de carga y descarga en la estación del ferrocarril, los de la agencia de la Cervecería Cuauhtémoc, al igual que otras fuentes de trabajo. El Bravo, 9/II/92.

Hubo otros sindicatos, como la Unión de Meseros, que no reconoció su militancia priísta hasta finales de los setenta. Este sindicato había marcado claramente en sus estatutos que la Unión no se mezclaría en asuntos políticos o religiosos. Para 1971, en la modificación de sus estatutos, se señaló que: "...[la Unión] profesara la doctrina del PRI o como en el futuro se llame...". Estatutos de la Unión Sindical de Meseros, sección 7, Matamoros, 1951 y 1973.

Además de la seccionalización de los distintos sindicatos matamorenses, como meseros, músicos y algodoneros, significó la repartición de las cuotas sindicales entre sindicato local y nacional. Tal situación minó las entradas del sindicalismo local y subordinó sus acciones, en buena medida, a las decisiones del centro.

Cabe mencionar que ambas secciones surgieron del SJOI: la sección 11 fue conformada por un grupo de trabajadores que Ceballos se llevó de este sindicato. Por su parte, los que quedaron en el SJOI pasaron a conformar el Sindicato Industrial de Trabajadores en plantas despepitadoras y compresoras de algodón, elaboración de aceites, jabones, grasas vegetales e hidrogenantes y similares, sección l6. La división, entre sección l6 y SJOI, fue meramente formal, pues en la practica el líder del SJOI siguió dirigiendo el sindicato algodonero, incluso las oficinas del nuevo sindicato se instalaron en las mismas oficinas del SJOI.

En torno a la conformación del liderazgo gonzalence véase "Agapito González Cavazos: liderazgo y sindicalismo tradicional", en Reestructuración sindical en las maquiladoras mexicanas. Tesis de doctorado en sociología. México, El Colegio de México, julio 1992.

Los sindicalistas de la época recuerdan que miembros del Comité Ejecutivo de Jornaleros eran también regidores, inspectores de policía, etc. A pesar de los cargos municipales, los representantes del SJOI se sujetaban a las órdenes de Agapito González.

El poder sindical de Agapito González también fue reconocido y ratificado por la CTM nacional; Fidel Velázquez le concedió en los años sesenta la Secretaría de Agricultura del Comité Ejecutivo Nacional, cargo que desempeñó hasta 1990, año en el que también perdió la dirigencia de la FRTM.

Octavio Ayala, militante activo desde 1943 y secretario general del Sindicato de Meseros (1954). Marzo de 1992.

Marcelino Molina, militante activo desde 1939 y secretario general del Sindicato de Meseros de Matamoros (1961). Mayo de 1992.

Juan Bustos, secretario general de músicos (1940), sección 49 de Matamoros. Mayo de 1992.

El mañana, diario reynosense, revisión sistemática 1949-1971. Abril de 1951.

Op. cit.14 de mayo, 1958.

La injerencia ha quedado de manifiesto en dos acciones; mediante la imposición de líderes incondicionales por parte del dirigente de la sección 1, entonces Joaquín Hernández Galicia, y por la obstrucción de posibles fuentes de poder regional, como fue el despojo a la sección 36 de la jurisdicción de PEMEX en el municipio de Cadereyta, Nuevo León, a mediados de los años sesenta, que le correspondía por estar mis cerca geográficamente a ésta. Dicha jurisdicción significaba el control de más de 1 000 obreros de planta e igual número de trabajadores transitorios, además de alrededor de 50 millones de pesos que los contratistas tendrían que pagar como porcentaje sobre el costo total de la obra ejecutada, según lo estipulado por el contrato colectivo de trabajo. Angelina Alonso y Roberto López, El Sindicato de Trabajadores Petroleros y sus relaciones con PEMEX y el estado 1970-1985. México, El Colegio de México, 1986, pp. 270-271.

El mañana, diario reynosense. Octubre de 1964.

Mauro Rodríguez, dirigente del Sindicato de Jornaleros de Reynosa. Septiembre de 1992.

Los trabajadores transitorios se dividen en dos categorías: extraordinarios y por sustitución. Los primeros son utilizados en actividades extras de la sección; los segundos sustituyen la ausencia de trabajadores permanentes, en caso de vacaciones, permisos, etc. PEMEX retiene a muchos trabajadores transitorios con la esperanza de brindarles una planta laboral a futuro.

A nivel nacional el primer movimiento sindical de trabajadores transitorios petroleros se inició en los años sesenta, y estaba inspirado en el Sindicato de Trabajadores de Petroleros y Transitorios, sección 1, de Minatitlán, Veracruz. El movimiento se extendió de 1960 a 1978, arto en el que se registró el último intento de reivindicación de trabajadores transitorios. En un primer momento se pidió el reconocimiento de un sindicato de trabajadores transitorios que no permitió el STPRM; más tarde, demandaron la asignación de plantas a transitorios por antigüedad y no amiguismo, objetivo que tampoco fue del todo satisfecho. Véase Alonso y López, op. cit.pp. 274-280.

El mañana, op. cit.5 de abril, 1951.

En la frontera tamaulipeca existe la tradición de que el sindicato más antiguo y de mayor trayectoria inicia en cada región los desfiles de obreros. Cuando los petroleros, en 1950, quisieron encabezar el movimiento, desataron el descontento, ya fermentado en los meseros reynosenses.

Véase El mañana, op. cit.1951, 1954 y 1958.

Mauro Rodríguez, dirigente del Sindicato de Jornaleros de Reynosa.

El mañana, op. cit.Enero de 1957.

El mañana, op. cit.Septiembre de 1954.

El mañana, op. cit.Diciembre de 1962.

Líneas Fronterizas. Septiembre de 1989.

Ibid. Septiembre de 1989.

El fabulador de PEMEX estaba dividido en zonas geográficas y en éstas los salarios se asignaban en función de las variaciones en el costo de la vida. Para ello, existió un organismo dependiente de PEMEX, la Comisión de Salarios y Prestaciones, encargada de estudiar y regular los salarios y prestaciones de acuerdo con el costo de la vida de los centros de trabajo. Véase Alonso y López, op. cit. p. 161.

El mañana, op. cit. Julio de 1960.