El trabajo de Sergio Chávez, Border Lipes. Fronterizos, Transnational Migrants, and Commuters in Tijuana, analiza las estrategias para cruzar la frontera de los residentes tijuanenses a lo largo del siglo XX y principios del XXI. La perspectiva histórica y vivencial permite observar la relación compleja entre las estructuras y la agencia humana para estudiar la movilidad fronteriza. Entre los múltiples aportes que sitúan esta obra como lectura obligada en los estudios fronterizos, está la capacidad analítica del autor para brindar una comprensión cabal de los múltiples filtros que operan a nivel micro, con base en una amplia investigación etnográfica. La idea de circunstancia es un nodo conceptual que articula las opciones estructurales y la capacidad de agencia de los individuos, expresada en elementos concretos como los conocimientos, las habilidades adquiridas, las relaciones con personas estratégicas y una especie de arrojo personal. Al igual que Wilson y Donnan (1998), Sergio Chávez sostiene que estudiar la vida diaria de las personas en las fronteras geopolíticas implica estudiar la vida diaria del Estado.

El libro está integrado por seis capítulos, de los cuales, tres analizan el efecto en las estrategias de vida de las personas ante las políticas migratorias y de seguridad de Estados Unidos, en momentos políticos distintos: 1) Después del Programa Bracero, en la década de 1970, 2) posterior al IRCA (Immigration Reform and Control Act), a finales de la década de 1980 -en ambas etapas, la frontera es más fluida- y 3) luego de la Operación Guardián, en la década de 1990, con una frontera cada vez más impermeable. Estos momentos distintos brindan un hilo cronológico para la comprensión del fenómeno en estudio: las estrategias para cruzar la frontera con los recursos y constricciones que enfrentan los residentes fronterizos de Tijuana.

En el primer capítulo, el autor establece su perspectiva sobre la construcción de los medios de vida fronterizos ligados a los instrumentos de control de la movilidad por parte del Estado, en particular las visas para cruzar la frontera. El Estado referido por el autor es Estados Unidos, a través de la visa para residentes fronterizos (Border Crossing Card) que permite cruzar la frontera para turismo y compras, así como los permisos de trabajo y residencia. En este capítulo resulta claro que la historia de las fronteras es la historia del poder de los Estados nacionales y, aunque el autor no lo desarrolla, de la relación asimétrica entre el estadounidense y el mexicano. La movilidad en la región conjunta las migraciones de larga distancia con los desplazamientos transfronterizos. Ambos pueden ser experimentados por una misma persona a lo largo de su biografía.

El segundo capítulo, "Trayectorias laborales: los exbraceros", aborda la etapa postbracera y de fronteras abiertas con la experiencia de los trabajadores contratados bajo el Programa Bracero (1942-1964), quienes no retornaron a sus lugares de origen, sino a Tijuana. Chávez distingue dos trayectorias de empleo en esa ciudad: la primera implicó quedarse a vivir en la ciudad con empleos informales sin documentos para cruzar la frontera, la segunda también supone permanecer en la ciudad, pero como commuters (es decir, que se trasladan todos los días a Estados Unidos para trabajar) laborando en los campos agrícolas de California. A través de las historias de empleo de los exbraceros que se asentaron en Tijuana, se trasluce el proceso de modernización de la ciudad en el tipo de ocupaciones que desempeñaron; taxistas, obreros de la construcción, meseros, cocineros de restaurantes o comerciantes. En tanto, los exbraceros commuters se ocuparon en la agricultura californiana. Chávez documenta con detalle el papel de los empresarios agrícolas en la contratación y dinámica del cruce fronterizo de esta época, apoyando la crítica de Krissman (2005) a la sobrevaloración de las redes familiares y parentesco en el estudio de la migración laboral. Según Chávez, estas trayectorias muestran las formas de reinventarse como personas una vez retornados y asentados en Tijuana. La tierra de oportunidades no sólo es Estados Unidos, sino también las ciudades fronterizas.

El tercer capítulo, "Convertirse en commuter fronterizo", aborda el período posterior al IRCA (1987-1994) con base en el retorno en etapas a la frontera. Se trata de un estudio detallado sobre las estrategias de las personas y familias para obtener los documentos como visas o permisos de residencia. El tránsito entre commuter con visa de turista a commuter con permiso de residencia y trabajo no es lineal; el capítulo detalla las trayectorias zigzagueantes de los residentes fronterizos, desde los momentos cuando todo parece perdido con la cancelación de la visa de turista, hasta cuando se logra obtener el permiso de residencia y trabajo. Los criterios de asignación y los procedimientos para obtener dichos papeles establecen ciertos límites de posibilidad, que son aprovechados por las personas haciendo uso de los apoyos de empleadores y familiares. El IRCA permitió pasar de indocumentado a residente (Green Card), y de cruzador con visa de turista o fronteriza a residente con permiso laboral. Aparentemente, el commuter como figura fronteriza está ligado a los procedimientos estatales para cruzar, y a la evaluación estratégica de lo que significa vivir en México y trabajar en Estados Unidos. De nuevo, los empleadores surgen como un elemento importante en las estrategias para pasar de migrante indocumentado a commuter fronterizo.

El cuarto capítulo, "Estrategias para cruzar la frontera sin inspección", está dedicado a analizar las dinámicas de movilidad después de la Operación Guardián (1994). Ante una frontera cada vez más impermeable, el tránsito sin documentos se ha vuelto más difícil y riesgoso, por lo que se ha incrementado el cruce con documentos sin permiso para trabajar, como las visas fronterizas o de turista. La modalidad de cruzadores con documentos sin permiso para trabajar demuestra una enorme creatividad de simulación, performance y camuflaje para lidiar con la sospecha y vigilancia cara a cara de los inspectores de migración. No se trata de pasar subrepticiamente, brincando la barda o a través del desierto, sino de convencer al oficial de la CBP (Customs and Border Protection) de que se cruza por motivos que no son laborales. Del conjunto de estrategias que se describen con detalle en este capítulo, llama la atención la estrategia de aparentar ser buen consumidor, y aunque el autor no lo desarrolla, este rostro de consumidor es el anverso del rostro de trabajador sin documentos; la moral del consumo como corazón del capitalismo estadounidense abre las puertas a todos los que quieran venir al paraíso de las compras.

El quinto capítulo, "Las redes transfronterizas", se aleja de la periodización antes descrita para tocar un tema que cruza a todos los capítulos. Las preguntas que guían el capítulo son: ¿qué tipo de vínculos crean lo commuters al llegar a Tijuana? ¿cómo se crean los vínculos? Según la abundante literatura sobre migración, la familia y los amigos son la fuente de vínculos más importantes, sin embargo, Chávez demuestra que no sólo se trata de tener familia y amigos, sino que ellos deben mantener interacción al otro lado y, específicamente, contactos laborales. En una visión novedosa, Chávez muestra cómo se crean nuevos vínculos en una ciudad de constante movilidad; espacios poco estudiados como las garitas cobran importancia en la creación de vínculos. Sitios en donde migrantes experimentados se encuentran con los nuevos inmigrantes y transmiten conocimientos sobre estrategias de cruce y acceso a empleo en Estados Unidos. La selectividad con la que operan las redes se une a otros recursos de carácter administrativo, como tener papeles para cruzar. Las redes sociales tienen un limitado poder explicativo frente a las políticas de control fronterizo, que incluye los criterios socioeconómicos de selección para las visas, lo cual, permite comprender el hecho de que un gran número de residentes fronterizos no tengan documentos para cruzar la frontera, aun teniendo familiares en Estados Unidos.

Finalmente, el sexto capítulo presenta las conclusiones de este amplio y profundo estudio. El autor sostiene que las ciudades fronterizas son un nodo importante de la migración internacional, pero, además, representan en sí mismas un lugar lleno de oportunidades, debido al empleo y las opciones que ofrecen gracias a su cercanía con Estados Unidos. Su enfoque agencial no obscurece el análisis de las restricciones estructurales de la combinación de la demanda del mercado de trabajo y las políticas de control migratorio y seguridad nacional. Sus aportes teóricos y empíricos pueden resumirse en cuatro puntos: 1) Los individuos pueden combinar estrategias de migración de larga distancia y de commuter fronterizo a la largo de su vida; 2) las estrategias del mercado de trabajo algunas veces trascienden la frontera; 3) los residentes fronterizos emplean diversas estrategias para formar redes sociales útiles en un contexto urbano diverso, en donde el conocimiento puede ser aplicado de uno u otro lado de la frontera, y 4) los cruzadores fronterizos utilizan distintas estrategias, dependiendo de las condiciones de regulación actual y circunstancias personales. Según el autor, estos hallazgos son aplicables a otras fronteras al ilustrar el potencial generativo de cualquier región en donde dos ciudades están divididas por una frontera atravesada por un mercado de trabajo binacional. El análisis de los hallazgos también arroja luz sobre la relación agencia y estructura, las personas construyen relaciones productivas a través de una constante negociación y renegociación, generando estrategias para lograr una mejor vida, en medio de constricciones políticas y económicas. Al respecto, Chávez pregunta, al final del libro, por qué algunos residentes son más exitosos que otros en la construcción de sus estrategias de cruce fronterizo. Su respuesta es que tal éxito, aparentemente, depende de las circunstancias individuales, las cuales, parecen ser la expresión inmediata del conjunto de relaciones sociales, en donde se enmarcan las prácticas y la subjetividad de los sujetos. Lejos del lenguaje habitual de las ciencias sociales, la circunstancia recupera la idea del individuo, su entorno inmediato y su momento histórico, recordando a Ortega y Gasset (1995).

Referencias

1

Krissman, F. (2005). Sin Coyote Ni Patrón: Why The "Migrant Network" Fails to Explain International Migration. International migration review, 39(1), 4-44.

F. Krissman 2005Sin Coyote Ni Patrón: Why The "Migrant Network" Fails to Explain International MigrationInternational migration review391444

2

Ortega y Gasset, J. (1995). Meditaciones del Quijote (3.a ed.). Madrid: Cátedra.

J. Ortega y Gasset 1995Meditaciones del Quijote3MadridCátedra

3

Wilson, T. M., y H. Donnan (1998). Border Identities: Nation and State at International Frontiers. Reino Unido: Cambridge University Press.

T. M. Wilson H. Donnan 1998Border Identities: Nation and State at International FrontiersReino UnidoCambridge University Press



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