La captación bancaria en la frontera norte en la década de los ochenta

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Eduardo Zepeda Miramontes

Abstract

En los años ochenta hubo un retroceso en la profundización financiera del sistema bancario nacional y se presentaron graves problemas, particularmente en cuestiones regionales. En este trabajo se analiza la captación bancaria en algunas ciudades fronterizas resaltando, entre los factores que inhibieron a la banca nacional en el periodo, el papel de la falta de credibilidad, y la organización y desempeño de la banca nacionalizada, por su importancia en el comportamiento de la captación. Desde 1983, la captación bancaria en la frontera sufrió una caída aguda, justamente cuando la captación nacional se recuperaba. Este comportamiento es analizado bajo tres hipótesis operativas. La primera parte del supuesto de que los problemas de credibilidad fueron más intensos en la frontera, y que al no ser superados propiciaron la gravedad de la reducción y la resistencia a la recuperación en la captación bancaria. La segunda atribuye los problemas de captación en la frontera al sesgo centralizador introducido en la conducción de la banca nacionalizada. La tercera sugiere que la elasticidad del ingreso de la captación bancaria tiende a aumentar conforme se eleva el ingreso per cápita, de tal manera que la severidad de la caída de la captación en la frontera y el comportamiento diverso de sus ciudades son explicables parcialmente por esta razón. ABSTRACTDuring the decade of the 1980s, Mexico's prior advances in strengthening its banking system were reversed, and problems emerged that had no easy solutions, especially within specific regional contexts. This work analyzes the banking sector's ability to attract deposits in selected border Cities, highlighting the various factors that handicapped the national banking system during this period, the role played by a loss of confidence, and the organization and operation of the nationalized banking system, as these factors influenced the ability of border city banks to attract deposits. After 1983, banks in these regions suffered a particularly sharp decline in their ability to attract funds, and it continued to lag even after banking deposits had recovered nationally. This work analyzes this behavior under three operational hypotheses, though without offering rigorous proofs of any. The first hypothesis is based on the assumption that the problems associated with a loss of confidence and of credibility are more strongly perceived along the border and, if not resolved, undermine any recovery in the banking sector's attractiveness to depositors. The second attributes this problem along the border, to the bias toward centralization that is introduced in the operations of a nationalized banking sector. The third hypothesis suggests that income elasticity and bank deposits tend to increase as income per capita rises, so that the severity of the drop in bank holdings in the border region and the varied patterns exhibited in its various Cities are partially explained by this consideration.

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Zepeda Miramontes, E. (2017). La captación bancaria en la frontera norte en la década de los ochenta. Frontera Norte, 7(14), 45–61. https://doi.org/10.17428/rfn.v7i14.1495
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Las ciudades fronterizas estudiadas son Tijuana, Mexicali, Nogales, Agua Prieta, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo y Matamoros. Las tres grandes ciudades son la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. El resto está constituido por todas las plazas bancarias para las cuales no se contó con información completa.

Según Brannon, English y Krinner (1987), después de la devaluación de 1982 hubo una avalancha de depósitos hacia los bancos de los municipios fronterizos de Estados Unidos.

Ésta es una extensión del argumento en pro de la descentralización pública.

Una forma en que la banca trató de mejorar su captación en la frontera fue reinstituyendo tempranamente la apertura de cuentas bancarias —de cheques— en dólares.

Este mismo efecto resulta de los depósitos regionales transfronterizos de mexicanos en Estados Unidos, ya que no hay un flujo proporcional de crédito en el sentido contrario (Brannon, English y Krinner, 1987).

Este concepto muestra mejor la magnitud de los recursos disponibles para la actividad bancaria.

Todas las ciudades de la frontera experimentaron caídas semejantes, excepto Tijuana. En esta ciudad aumentó la captación a través de la banca de inversión en 27 por ciento en el mismo lapso. Este contrastante comportamiento no permite desechar cambios o errores en el registro de la actividad.

Por otra parte, la captación por tipo de instrumento entre las ciudades de la frontera presenta diferencias interesantes. Tijuana observa una marcada preferencia por las cuentas en dólares y por los instrumentos bancarios no tradicionales de mejor rendimiento, como cuentas maestras y depósitos a plazo. Sin embargo, Tijuana no ha mostrado una inclinación hacia los depósitos de banca de inversión, lo cual no deja de sorprender dado su alto rendimiento y la relativa sofisticación financiera de la plaza. También Nogales destaca por la relativa importancia de los depósitos en dólares y en documentos bancarios no tradicionales. En el extremo opuesto observamos a Matamoros y Piedras Negras, ambas con un énfasis en la banca de inversión y con niveles reducidos de captación en dólares. Mexicali y Ciudad Juárez observan una marcada preferencia por la utilización de cuentas de cheques. Finalmente, Ciudad Juárez presenta una concentración relativa de depósitos en instrumentos no tradicionales, mientras que Mexicali observa una utilización relativamente elevada de la banca de inversión.

El mercado de dinero constituye el instrumento más importante de atracción de recursos de las casas de bolsa, que representan casi 40 por ciento. En segundo lugar se encuentra el mercado de capital de rendimiento variable, con casi una tercera parte, y en tercero el de renta variable, con una sexta parte.

Estas cifras probablemente sobrestiman la captación de las grandes ciudades en mayor medida de lo que se puede suponer lo hacen las cifras de la captación bancaria.

La captación per cápita en el Distrito Federal aumentó, por el contrario, en cerca de un 50 por ciento en el mismo periodo. Nuevamente, ello sugiere una gran concentración regional de la actividad bancaria.

El único caso en que la captación por habitante aumentó fue Piedras Negras.

El estado de Nuevo León fue incluido en el grupo de los grandes estados y se excluyó de los fronterizos.

Cabe recordar la aclaración ya hecha respecto a la comparación de las cifras de 1990 con cifras anteriores.

Conviene recordar aquí que muy probablemente el PIB de Baja California esté subestimado debido a las dificultades para captar las aportaciones al ingreso de Tijuana que se derivan de la actividad transfronteriza y a la gran importancia de éstas en la economía del estado.

Véanse, por ejemplo, Somex (1990), Asociación Mexicana de Bancos (1991), Peñaloza (1992), Gutiérrez y Garrido (coords., 1990) y el número 12 y 1 de Comercio Exterior(1994 y 1995, respectivamente)