Los desastres naturales en Mexicali, B.C.: Diagnostico sobre el riesgo y la vulnerabilidad urbana

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Juan Manuel Rodríguez Esteves

Abstract

Este trabajo expone el problema de los desastres naturales en la ciudad de Mexicali, B.C., México. Asimismo presenta una referencia sobre la importancia de su estudio en el ámbito mundial y la forma de atención de los desastres en México. Esta investigación muestra un diagnóstico sobre el riesgo y la vulnerabilidad urbana ante lluvias intensas y sismos, y concluye que en Mexicali son más frecuentes éstos que aquéllas. Además existen algunos vacíos en la legislación, especialmente en la estatal, en materia de protección civil para la prevención, mitigación y tratamiento de los desastres de origen natural.ABSTRACTThis article addresses the topic of natural disasters in Mexicali, Baja California. It discusses the importance of studying disasters on a worldwide scale and the methods for dealing with disasters in Mexico. This work analyzes the urban risk and vulnerability to intense storms and earthquakes. It concludes that earthquakes are more frequent than storms in Mexicali. The article also addresses some gaps in legislation, especially at the state level, in regard to civil defense for the prevention, mitigation, and management of natural disasters.

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How to Cite
Rodríguez Esteves, J. M. (2017). Los desastres naturales en Mexicali, B.C.: Diagnostico sobre el riesgo y la vulnerabilidad urbana. Frontera Norte, 14(27), 123–153. https://doi.org/10.17428/rfn.v14i27.1355
Section
Papers

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Tal es el caso del Manual for Estimating the Socio-economic Effects of Natural Disasters (CEPAL, 1991).

En esta misma situación se encuentran los estados de Jalisco y Colima (Segob, Atlas nacional de riesgos, 1992).

De esta forma, la actividad tectónica en la región es la responsable de que exista un desplazamiento de la península de Baja California de seis cm al año con respecto a la parte continental de México (La Crónica, 17 de mayo de 2000, Mexicali, B.C.).

Los rasgos geológicos (estratigrafía) en la parte norte de Baja California se pueden resumir en las siguientes zonas: a) en el oeste de la península se encuentran sedimentos marinos y continentales del cretácico superior (comenzó hace menos de 144 millones de años), que se presentan poco consolidados y sin fuertes perturbaciones tectónicas, y consisten de estratos subhorizontales de arenisca, limonita, lutita y conglomerados (formación Rosario); b) un segundo cinturón al este de la primera zona lo constituyen secuencias de rocas volcánicas y sedimentarias cuya edad corresponde al cretácico inferior (hace 144 millones de años -formación Alisitos-), el cual está afectado por numerosas fallas y cuerpos intrusivos de granito, por lo que se encuentra deformado y parcialmente metamorfízado, y c) un tercer cinturón, ubicado al oriente del anterior, está constituido de afloramientos complejos de rocas intrusivas y metamórficas derivadas principalmente del metamorfismo regional de rocas sedimentarias. Los batólitos resultantes (sierra de La Rumorosa) pertenecen al mesozoico (hace 245 millones de años) y están formados por tonalitas, granodioritas y granitos (Morán,1990:4:6).

Proyecto donde participa el U.S. Geological Survey y el California Institute of Technology (http://www.trinet.org/scsn/scsn).

La zona considerada es un recuadro formado por las coordenadas 22° 00'-23° 30' y 114° 30'-116° 00', donde se localizan el valle de Mexicali y San Luis Rio Colorado en México; y Caléxico, El Centro y y Brawley en California, Estados Unidos.

Se consideraron los sismos a partir de una magnitud de 4.5° Richter o más, ya que son los que pueden ocasionar daños locales (Strahler, 1996:327).

En nuestro país ya se habían presentado algunos intentos para la protección de las personas y sus propiedades, por ejemplo, el sereno, persona que vigilaba las calles de las principales ciudades durante la noche, el cual fue instituido en la Nueva España para prevenir incendios y otras contingencias (Garza, 1998, en Alvarado, 2001).

La protección civil es definida como el conjunto de disposiciones, medidas y acciones destinadas a la prevención, auxilio y recuperación de la población ante la eventualidad de un desastre (Segob, 2000).

De hecho, la legislación estatal, en lo referente al Consejo Estatal de Protección Civil, recoge los tres primeros cargos del Consejo Nacional.

Para un análisis más profundo sobre este tema diríjase a: José Manuel Macías, Legislar para reducir desastres, México, D.F., CIESAS, 1999.

El fenómeno de El Niño es una alteración de las condiciones climatológicas a escala global. Empieza a manifestarse a través del aumento de la temperatura del mar en la superficie del Pacífico ecuatorial. Este calentamiento de las aguas oceánicas, el cual oscila entre 0.5 a 2 °C por encima de la temperatura normal, comienza su manifestación a través de lluvias intensas en Ecuador y Perú, en Sudamérica, para posteriormente alterar gran parte de la circulación atmosférica general. En nuestro país, la costa del Pacífico y los estados de la vertiente occidental (Nayarit, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y la península de Baja California, especialmente) fueron de los más afectados por las lluvias originadas por El Niño entre 1997 y 1998. World Meteorological Organization, The 1997-1998 El Niño Event. A Scientific and Technical Retrospective, UNESCO, UNEP, ICSU, 1999, p. 96.

Por su intensidad de categoría cuatro, el huracán Nora estuvo asociado al calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, provocado por El Niño. World Meteorological Organization.

Las viviendas deficientes corresponden a casas cuyos muros son de madera, adobe y otros materiales similares, y para sus techos se utilizó madera, teja, tejamanil, palma y otros materiales similares. Las viviendas no aceptables se construyen con muros de láminas de cartón, asbesto o metálicas; carrizo, bambú, palma, embarro o bajareque y techos de lámina de cartón, asbesto o metálica y otros de menor calidad (INEGl, Conteo de población y vivienda, 1995).

Un aspecto importante que influye en la vulnerabilidad urbana es el grado de preparación de los organismos de protección civil, bomberos y policía, además de la percepción, organización y preparación de los habitantes ante un evento extraordinario.

El promedio de ocupantes por vivienda para el municipio de Mexicali es de cuatro (INEGI, Censo general de población y vivienda, México, 2000).

A pesar de ello, en el Programa de desarrollo urbano del centro de población de Mexicali, B.C., 2010 se determinó una franja de 1 000 metros a lo largo (500 metros a cada lado) de la falla Imperial, donde no es recomendable edificar (Ayuntamiento de Mexicali, Coplademm, Mexicali, B.C., 1998).